Muchas veces, son nuestros hijos los que están sufriendo un problema que les afecta para lograr estar felices. Les hemos intentado ayudar y no sabemos cómo hacerlo, incluso a veces las cosas van a peor. Nos han dicho en el colegio que se comporta fatal, o que tiene miedo y que no tiene amigos. A veces, con un poco de ayuda mejora mucho la evolución.
Los problemas más habituales que pueden presentar los niños son:
- Trastornos de ansiedad: miedo a la separación, fobia social y aislamiento por miedo al rechazo o a hacer el ridículo, fobia escolar o miedo a ir al colegio, o ansiedad generalizada.
- Trastornos de conducta o del comportamiento: impulsividad, desobediencia, comportamientos inadecuados, inquietud, trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad.
- Trastornos del aprendizaje escolar: trastornos específicos en la lectura, en la escritura o en el cálculo, retraso respecto a los demás, superdotados.
- Trastornos generalizados del desarrollo: disarmonías evolutivas en una o más áreas, trastornos mentales graves.
- Acoso escolar o Bullying: el niño está sufriendo agresiones físicas, verbales o psicológicas por parte de los compañeros.
Para poder ayudar al niño, siempre es necesaria la colaboración de los padres. Primero, evaluaremos qué problema tiene el niño, a qué ámbitos afecta, y en qué contextos se da. Analizaremos todo su desarrollo evolutivo y sus circunstancias actuales para ver todos los factores que pueden estar influyendo.
Normalmente, se trabaja con el niño individualmente para poder potenciar todos sus recursos y estrategias de afrontamiento del problema, y se realiza un abordaje terapéutico con los padres para potenciar las formas de ayudar al niño.
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