Los problemas de pareja suelen ser algo habitual, y si el vínculo es fuerte y hay compromiso, se pueden solucionar y mejorar la relación.
Muchas veces, las crisis de pareja pueden servir para crecer como pareja y afianzar más la relación. Otras veces, nos llevan a tener que tomar una decisión y encaminar nuestra vida por otros horizontes.
Los problemas de pareja más habituales suelen recogerse en los siguientes ámbitos:
- Problemas de comunicación: no hay una comunicación clara y directa para transmitir los deseos y las quejas y respetar las necesidades del otro. Aparecen discusiones sin acuerdos ni conclusiones.
- Aceptación del otro: uno de los principales problemas es no aceptar al otro y querer que cambie en uno o varios ámbitos. Aparecen sentimientos como enfado, decepción y resentimiento.
- Roles de cada uno: problemas a la hora de repartir y negociar las tareas cotidianas, acuerdos sobre los gastos, decisiones sobre los hijos…
- Sexualidad: la rutina y la falta de deseo sexual pueden distanciar a la pareja. Es necesario recuperar la vida sexual y mejorar la intimidad.
- Infidelidad: genera desconfianza, resentimiento y frustración; y si se decide continuar con la relación es necesario redefinir las nuevas bases que la van a sostener.
- Celos: supone una ruptura de la confianza, sentimientos de inseguridad en el que los sufre, y una presión en la pareja.
La terapia va enfocada a los objetivos y necesidades que tenga la pareja. Trabajaremos la resolución de conflictos, la comunicación directa y clara, la expresión de sentimientos, la gestión adecuada de momentos de enfado, la negociación y la recuperación de una vida satisfactoria en pareja incrementando la intimidad, la confianza y la mejora de la vida sexual.
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